Los Juegos del Hambre - Suzanne Collins
¿Cómo empieza?
Cuando
me despierto, el otro lado de la cama está frío. Estiro los dedos
buscando el calor de Prim, pero no encuentro más que la basta funda de
lona del colchón. Seguro que ha tenido pesadillas y se ha metido en la
cama de nuestra madre; claro que sí, porque es el día de la cosecha.
Me
apoyo en un codo y me levanto un poco; en el dormitorio entra algo algo
de luz, así que puedo verlas. Mi hermana pequeña, Prim, se acurruca a
su lado, protegida por el cuerpo de mi madre, las dos con las mejillas
pegadas. Mi madre parece más joven cuando duerme; agotada, aunque no tan
machacada. La cara de Prim es tan fresca como una gota de agua, tan
encantadora como la prímula que le da nombre. Mi madre también fue guapa
hace tiempo, o eso me han dicho.
¿Qué cuenta?
Cuenta
la historia de Katniss Everdeen, que se ve obligada a ofrecerse como
tributo (1) para los Juegos del Hambre (2), unos sanguinarios juegos en
los que 24 jóvenes de 12 a 18 años, dos de cada distrito (3), se
enfrentan a muerte hasta que sólo queda uno.
Todo
esto surge el Día de la Cosecha (4), en el que sacan un papelito con el
nombre de un chico, y un papelito con le nombre de una chica.
Cuando
cumples 12 años, tu nombre entra una vez en el sorteo, a los 13, dos
veces, y así, haste que cumples 18 y tu nombre entra en la urna siete
veces. Pero los jugadores más pobres pueden pedir teselas (5), que valen
un papelito más en el sorteo.
Así, el
nombre de Katniss entra 20 veces en el sorteo y el de su hermana de 12
años, solo una. Pero ocurre la desgracia, y el nombre de Primrose
Everdeen es el elegido. Katniss se presenta como voluntaria para poder
salvar a su hermana, y junto a Peeta Mellark representa al Distrito 12.
Katniss
posee unas grandes habilidades de caza con el arco, y sobrevive del
bosque, pero ¿Será suficiente eso? ¿Regresará a casa con su madre y su
hermana pequeña? ¿Y que pasa con Peeta?
El protagonista
Katniss
Everdeen, una chica de 16 años. Vive en el distrito más pobre de los
doce, el distrito minero. Su padre, como la mayoría, trabajaba en las
minas. Hasta el día de la explosión.
Ante el shock de su madre, tuvo que sacar la familia adelante. ¿Cómo? Cazando en el bosque, con el antiguo arco de su padre.
Allí,
en los bosques, conoció a Gale, un muchacho dos años mayor que ella,
que pasaba por su misma situación. Ambos salieron adelante, ayudándose
con la tarea de la caza.
Es una chica valiente, reservada y que lo hace todo por su familia.
En el libro, es la narradora.
El fragmento
Sesenta
segundos. Es el tiempo que tenemos que estar de pie en nuestros
círculos metálicos antes de que el sonido de un gong nos libere. Si das
un paso al frente, te vuelan las piernas. Sesenta segundos para observar
el anillo de tributos, todos a la misma distancia de la Cornucopia (6).
Alrededor de la Cornucopia hay otros suministros, aunque su valor
decrece cuanto más lejos están del cuerno. Por ejemplo, a pocos pasos de
mi hay un cuadrado de plástico de un metro de largo. Sin duda sería
útil en un chaparrón. Sin embargo, cerca de la abertura veo una tienda
de campaña que me protegería de cualquier condición atmosférica; si
tuviera el valor suficiente para entrar y luchar por ella con los otros
veintitrés tributos, claro, cosa que me han aconsejado no hacer.
[...]
Algo
me llama la atención: sobre un montículo de mantas enrolladas hay un
carcaj de plata con flechas y un arco, ya tensado, esperando a que lo
disparen.
<Eso es mío -pienso--. Lo han dejado para mí.>
[...]
Sé
que puedo conseguirlo, sé que puedo llegar primero, aunque la pregunta
es: ¿podré salir de ahí lo bastante deprisa? Cuando termine de abrirme
paso entre las mantas y coja las armas, los demás ya habrán llegado al
cuerno, y quizá pueda derribar a un par de ellos, pero supongamos que
hay doce; tan cerca, podrían matarme con las lanzas y las porras. O con
sus enormes puños.
[...]
Al
final me coloco instintivamente en posición de correr, no hacia el
bosque que nos rodea, sino hacia la pila, hacia el arco. Entonces, de
repente, veo a Peeta, que está a cinco tributos a mi derecha; a pensar
de la distancia, sé que me está mirando y creo que sacude la cabeza,
pero el sol me da en los ojos y, mientras doy vueltas al tema, suena el
gong.
¡Y me lo he perdido! ¡He
perdido la oportunidad! Porque esos dos segundos de más sin prepararme
han bastado para hacerme cambiar de idea. Muevo los pies de un lado a
otro, sin saber la dirección que me indica el cerebro, y me lanzo hacia
delante, recojo el cuadro de plástico y una hogaza de pan.
He
cogido tan poco y estoy tan enfadada con Peeta por distraerme que
avanzo unos quince metros hasta la Cornucopia y recojo una mochila de
color naranja intenso que podría contener cualquier cosa, sólo porque no
puedo soportar la idea de irme prácticamente sin nada.
Un
chico, creo que del Distrito 9, intenta coger la mochila a la vez que
yo y, durante un breve instante, los dos tiramos de ella. Entonces él
tose y me llena la cara de sangre. Doy un tambaleante paso atrás,
asqueada por las cálidas gotitas pegajosas; el chico cae al suelo y veo
el cuchillo que le sobresale de la espalda. Sí, la chica del Distrito 2
corre hacia mí, está a unos diez metros y lleva media docena de
cuchillos en la mano. La he visto en el entrenamiento, y nunca falla.
Yo soy su siguiente objetivo.
¿Por que tienes que leerlo?
Tienes
que leerlo porque es uno de esos libros en los que la imaginación es un
punto clave. Tantas cosas inexistentes, inventadas por la autora, que
toman forma en tu cabeza.
Emoción cada segundo, giros inesperados... hay que leerlo.
Alguna curiosidad para acabar
La
triología, cuenta ya con su primera adaptación a la gran pantalla. Sin
embargo, es una película bastante floja. Si tuviera que puntuarla sobre 10, le daría un 5'5. Si hubiese
visto la película antes que leerme el libro, no lo hubiese hecho.
Como
pasa en todas las adaptaciones, se cambian cosas o se suprimen. Pero,
al ser un libro con narrador en primera persona, cada detalle, cada
emoción, cada Flashback... en la película te los pierdes, avanza demasiado rápido con respecto al libro.
Puntuación
Al
libro, le doy un 10 sin pensármelo dos veces, se ha convertido en uno
de los dos libros que no quería cerrar, quería seguir leyendo.
Diccionario
1: Tributo, participante en los Juegos del Hambre.
2:
Juegos del Hambre, competición sanguinaria organizada por El Capitolio
(2.1), para recordar a los ciudadanos de Panem su derrota en la rebelión
años atrás, para recordarles a los ciudadanos que ellos manadan.
3: Distrito, El país de Panem se dividía en 13 distritos, pero después de la rebelión, el Distrito 13 fue eliminado.
4: Día de la Cosecha, día en el que se deciden los dos tributos de cada distrito.
5: Teselas, cada una vale por un suministro anual de cereales y aceite para una persona.
6:
Cornucopia, gigantesco cuerno dorado con forma de cono, con el pico
curvo y una avertura de seis metros de alto, lleno de armas y
suministros para los tributos.
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